El pasado viernes, el Consejo de Ministros extraordinario aprobó la limitación del precio del gas para la energía eléctrica a una media de unos 50 euros por megavatio/hora (MWh) durante un periodo de doce meses. En este sentido, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, puso en valor que esta medida, que supone una respuesta “que tiene pocos antecedentes, o ninguno” en el pasado, ya que Europa ha entendido “las causas por las que España y Portugal deben contar con esta excepción”, será “un paraguas” para proteger a los consumidores domésticos y a la gran industria.
Asimismo, subrayó que “por primera vez no pagarán los mismos” y la medida tiene como finalidad “reducir los beneficios extraordinarios de las eléctricas para que haya beneficios para todos”. La denominada ‘excepción ibérica‘ estaba pendiente de aprobarse desde que a finales de abril los gobiernos de España y Portugal arrancaron el acuerdo político con Bruselas para establecer este mecanismo temporal para fijar este tope al gas en torno a una media de 50 euros/MWh.
¿Qué significa que el Gobierno ponga un tope al precio del gas de 40 euros MWh?
Ribera ha anunciado que “la única tecnología que se pagará a precio del gas será el gas natural, el resto no”. Esto implica que el tope al gas debería dejar de marcar el precio del resto de energías en el mercado eléctrico.
El mecanismo durará unos 12 meses y permitirá fijar el precio medio del gas en torno a esos 50 euros/MWh (comenzando por 40 euros para ir posteriormente subiendo hasta los 48,8 euros), frente al actual precio de referencia en el mercado de más de 100 euros/MWh.
En la configuración actual del mercado eléctrico, el gas determina el precio global de la electricidad cuando se utiliza, ya que todos los productores reciben el mismo precio por el mismo producto, la electricidad, cuando entra en la red.
A grandes rasgos, la medida emplea una fórmula matemática para limitar el precio del gas consumido por las centrales térmicas que es repercutido en las ofertas que fijan el precio del mercado mayorista de la electricidad, también conocido como pool. Establece un precio de referencia del gas de 40 €/MWh durante seis meses, que se incrementa en 5 €/MWh al mes a partir de entonces, terminando en 70 €/MWh para que haya una convergencia a la normalidad.
Reducción inmediata en la factura
Así, el 37% de los hogares, acogidos al PVPC, experimentarán una reducción inmediata en las facturas. En el caso de la industria, la rebaja dependerá del grado de indexación al pool de sus suministros energéticos, normalmente mayoritarios. Para los demás consumidores, con contratos de precio fijo, la rebaja final dependerá de las condiciones pactadas con la compañía eléctrica, pero obtendrá precios más bajos porque la medida reduce los precios mayoristas que sirven de referencia.
Este efecto reductor en cascada también ayudará a contener el IPC, afectado por las tensiones en los costes energéticos.